La reducción de las emisiones de carbono en la vivienda es un paso crucial para hacer frente al cambio climático y lograr una transición justa hacia una economía neutra desde el punto de vista climático. La transición a una economía verde debe incluir la renovación de viviendas, el transporte sin emisiones y la producción de energía renovable para abordar los desafíos ambientales y sociales.
Esto se debe a que invertir en iniciativas de vivienda verde, como las renovaciones de bajo consumo energético, puede contribuir significativamente a la reducción de las emisiones de carbono que conducen al cambio climático. También sabemos que, por cada millón de euros invertidos en la renovación energética de edificios, se espera que se cree una media de 18 puestos de trabajo en la UE. Esto no solo ayuda a combatir el cambio climático, sino que también aborda los problemas sociales al proporcionar oportunidades de empleo de calidad, en particular para los trabajadores de baja y media cualificación. Más y mejores empleos verdes también contribuyen al bienestar de las personas y las comunidades. Se estima que la transición verde añadirá hasta 2 millones de nuevos puestos de trabajo en la UE, haciendo hincapié en el potencial de una vivienda de mayor calidad y más asequible.
Creemos que todos deben tener acceso a los bienes y servicios básicos para una vida digna.
En resumen, la reducción de las emisiones de carbono en la vivienda es, por tanto, un componente clave de una estrategia ecológica y social global, que ofrece el doble beneficio de mitigar el cambio climático y promover el bienestar social a través de la creación de empleo, la mejora de la vivienda y un mayor acceso a los servicios esenciales.
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