Reparar un teléfono a menudo puede ser más caro que comprar uno nuevo debido a una variedad de factores, incluido el acceso limitado a piezas de repuesto, documentación de reparación y herramientas, así como la prevalencia de la obsolescencia prematura. Los fabricantes diseñan deliberadamente productos con una reparabilidad mínima, empujando a los consumidores a optar por reemplazos caros antes que por reparaciones. Además, el monopolio de los fabricantes sobre los procesos de reparación, incluidas las actualizaciones de firmware y el software de diagnóstico, restringe las opciones de reparación de terceros, manteniendo los precios altos.
Por eso hemos luchado por el derecho a la reparación en la UE. El Derecho a la Reparación otorga a los consumidores y a los profesionales de la reparación independientes la capacidad de reparar y modificar productos, garantizando el acceso a las herramientas, documentación y piezas de repuesto necesarias. Esto permite a las personas extender la vida útil de sus dispositivos, ahorrar dinero y reducir los desechos electrónicos. La legislación también fomenta la innovación, las prácticas sostenibles y promueve la competencia leal entre las empresas. Al priorizar la reparación y ampliar las garantías, nuestro objetivo es hacer que la reparación sea más asequible y accesible, lo que en última instancia conducirá a una economía más sostenible y circular.
Palabras clave: derecho a la reparación, reparación, piezas de repuesto, obsolescencia prematura, residuos electrónicos, economía circular