Las alternativas agroecológicas a los OGM en Europa dan prioridad a la restauración de los ecosistemas manteniendo al mismo tiempo la productividad agrícola. Prácticas como la gestión integrada de plagas (GIP) reducen el uso de pesticidas al rotar los cultivos, prevenir la resistencia a las plagas y mejorar la resiliencia de los cultivos. Estos métodos se alinean con el objetivo de reducir el uso de pesticidas en un 50% para 2030, como se describe en el Acuerdo Verde y la estrategia De la Granja a la Mesa. Los métodos no químicos de gestión de las malas hierbas, incluidos los utilizados por los agricultores ecológicos y los profesionales de la gestión integrada de las malas hierbas (GIM), ofrecen un control eficaz de las malas hierbas sin herbicidas como el glifosato. La adopción generalizada de estas herramientas, junto con el apoyo de la UE y la financiación de los Estados miembros, puede facilitar la transición hacia una agricultura sostenible. Dando prioridad a la restauración de los ecosistemas y aplicando la agricultura agroecológica, Europa puede alcanzar la sostenibilidad agrícola sin depender de los transgénicos OGM ni de un exceso de insumos químicos.
Palabras clave: OGM, transgénicos, modificación genética, alimentos transgénicos, cultivos transgénicos, agricultura sostenible, agricultura respetuosa con el medio ambiente